miércoles, 22 de marzo de 2017

miércoles, 24 de febrero de 2016

"Tu eres Pedro"

San Pedro reconoció la Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo y el Señor lo eligió como el Guia Espiritual de la Iglesia Católica Universal, el dia de hoy debemos pedir mucho por el Papa Francisco y por su labor.
Aquí hay una reflexión sobre la Cátedra de San Pedro:

https://drive.google.com/file/d/0B_USJFUlYTvhYlFqTGdMSkNPWmc/view?usp=sharing



Foto de: http://www.taringa.net/post/info/18786204/Sorprendente-foto-del-Papa-Francisco-en-su-visita-a-Paraguay.html
"Madre, déjanos ver el fruto bendito de tu vientre!" 


Reflexiones para el Viacrucis en el Año de la Misericordia

El rezo del viacrucis es algo muy importante durante esta época del año, ya que este ejercicio piadoso de la Vía Sacra nos conduce a la obra mas grande de Misericordia que el Padre nos ha querido dar y es el Santo Sacrificio de Nuestro Señor Jesucristo. Estas reflexiones están enfocadas en el año Jubilar de la Misericordia y pueden ser un medio mas para lograr una meditación mas profunda.

Que el corazón Misericordioso del Padre nos guié y nos enseñe su Misericordia, para que nuestros corazones se entreguen mas a El.

https://drive.google.com/file/d/0B_USJFUlYTvhLWE1aXg4aUt3anc/view?usp=sharing

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Maria, Madre de la Misericordia

Al recorrer el camino con Maria, este se transforma en un camino de Misericordia. Si iniciamos la lectura de los evangelios podemos ver la anunciación como un cántico hacia la nueva esperanza de la Salvación. Maria fue elegida, sin embargo, Dios le dio la libertad de elegir. Esta es la libertad del Señor, la libertad de seguir su camino, a pesar de las pruebas. No solo por nuestro bienestar, pero para el bienestar de los demás. 
No nos basemos siempre en el "Yo", pensemos en los demás, pensamos en el bien que podemos hacer por los demás y que si dejamos que Cristo entre en nuestro corazón, ese capullo se puede convertir en una bella flor, una flor que brilla para los demás. Sigamos el ejemplo de Maria, nuestra Madre. 
Nuestra Señora de la Soledad, Ruega por nosotros!